Maria había estudiado, era una joven emprendedora y trabajadora. Moderna y feminista cuando le conoció.Era independiente. Hacía teatro, escribía , pintaba y le gustaba tomar café con sus amigos.Era muy querida y respetada por su gente. Tenía perfumes y ropa buena. Él parecía comprensivo y liberal. Pero en cuanto se casó, su hogar se convirtió en prisión y su modernidad en anticuario, se evaporaron sus perfumes y apolillaron sus buenos trajes. Sus ilusiones se desvanecieron. Sus cafés le servían para despertarse, pero no para relacionarse.
María guardaba en una cajita de puros de su abuelo, todo lo que le recordaba a tiempos felices. A momentos mejores, donde se escuchaban risas y se palpaban buenos modales. En un sótano conservaba, pequeños muebles y enseres de sus niños y de sus padres.Un viejo caset, unas cintas con voces que revelaban un amor pasado. Se asía a ello como a su vida, así saboreaba momentos divertidos , donde fue querida y no ignorada.
Y allí estaba ella, en un lugar distinto al que le correspondía. Escondida en su casa, refugiada en su cocina, en sus tareas diarias. Como siempre esperando a que quién entrara por la puerta fuesen sus hijos . Normalmente no había suerte. A María se le erizaba el vello cuando oía la puerta. Entonces agachaba su pequeña cabeza, de cabellos negros con grandes entradas grises y desarreglados y seguía fregando. Sus manos temblaban y remojaba sus uñas cortas y rasgadas, por no tener apenas unos minutos para ella. Y lo único que deseaba era que el día pasase rápido y que la puerta volviese a sonar para cerrarse. Entonces la mujer se apoyaba en la mesa y lloraba. Después de tanta tensión se relajaba, pobre María.
Otro día más la tortilla estaba salada y la sopa aguada. Y todavía quedaba la cena y la mujer ya sabía de antemano que no sería del gusto de él. Había comprado con el poco dinero que le daba, pero no le había llegado para comprar su marca favorita y ello le provocaba una gran ansiedad, porque esa noche sería dura.Ya la mujer no discutía.
Nunca nadie rescató a María de las manos de su propia vida ni de las de él, de su rutina, de su cansancio,de su desilusión, de su pena. Fue víctima de su miedo, de su falta de autoridad. Había perdido lo más importante, su libertad.
Dedicado a todas las Marias, que están a tiempo aún de recuperar su propia vida .
María guardaba en una cajita de puros de su abuelo, todo lo que le recordaba a tiempos felices. A momentos mejores, donde se escuchaban risas y se palpaban buenos modales. En un sótano conservaba, pequeños muebles y enseres de sus niños y de sus padres.Un viejo caset, unas cintas con voces que revelaban un amor pasado. Se asía a ello como a su vida, así saboreaba momentos divertidos , donde fue querida y no ignorada.
Y allí estaba ella, en un lugar distinto al que le correspondía. Escondida en su casa, refugiada en su cocina, en sus tareas diarias. Como siempre esperando a que quién entrara por la puerta fuesen sus hijos . Normalmente no había suerte. A María se le erizaba el vello cuando oía la puerta. Entonces agachaba su pequeña cabeza, de cabellos negros con grandes entradas grises y desarreglados y seguía fregando. Sus manos temblaban y remojaba sus uñas cortas y rasgadas, por no tener apenas unos minutos para ella. Y lo único que deseaba era que el día pasase rápido y que la puerta volviese a sonar para cerrarse. Entonces la mujer se apoyaba en la mesa y lloraba. Después de tanta tensión se relajaba, pobre María.
Otro día más la tortilla estaba salada y la sopa aguada. Y todavía quedaba la cena y la mujer ya sabía de antemano que no sería del gusto de él. Había comprado con el poco dinero que le daba, pero no le había llegado para comprar su marca favorita y ello le provocaba una gran ansiedad, porque esa noche sería dura.Ya la mujer no discutía.
Nunca nadie rescató a María de las manos de su propia vida ni de las de él, de su rutina, de su cansancio,de su desilusión, de su pena. Fue víctima de su miedo, de su falta de autoridad. Había perdido lo más importante, su libertad.
Dedicado a todas las Marias, que están a tiempo aún de recuperar su propia vida .
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